Hace dos años, en junio del 2018 decidí viajar a pasar mi cumpleaños sola por primera vez en la vida, en aquella ocasión hice un recorrido por la bella Guajira, región de ensueño de mi maravillosa COLOMBIA, el amanecer de mi día especial me sorprendió con el sonido de las olas arrullando mi despertar mientras estaba observando el horizonte donde se une el mar y el cielo, desde mi hamaca que estaba a escasos metros del agua ondulante, me sentí sumamente agradecida, eran las 5.20 am y el sol empezaba a asomarse en ese bellísimo paisaje. Nos preparamos para iniciar el rumbo hacia punta gallinas, lugar donde había decidido pasar 1 noche, al finalizar el día al momento de cenar recibí una cálida sorpresa que organizó unos compañeros de viaje, hicieron con fruta y galletas el símbolo de un pastel, consiguieron una vela y cantaron en inglés y francés la canción de cumpleaños.

Nunca imaginé podría sucederme algo así… le caí en gracia a la jefe Wayú de aquel hostal sencillo con chinchorros para recibir al turista e hicieron una linda celebración en la que me maquillaron y dibujaron unos arabescos en el rostro que significan: clan y camino. Bailé con los wayú en una danza que hace parte de sus rituales y sentí enorme felicidad al término de aquella celebración.  Al acostarnos a dormir sucedió algo sumamente extraño y es que llovió por un par de minutos cosa que no sucedía hace mucho tiempo, resulta que en esta región no llueve casi nunca y esa noche una tormenta proveniente de otro lugar pasó por la región y humedeció la tierra por espacio de unos 30 minutos, aquella lluvia corta me arrulló hasta dormir entre tanto estaba pensando que esta era una especie de señal que me enviaba Dios mismo, que me bendecía y a todos los habitantes de este lugar que estaban recibiendo agua … al otro día cuando partimos en un tour el hombre que nos acompañó en el vehículo me dijo: “Hace dos años que no llueve por acá, anoche seguro pasó una tormenta que venía de otro lugar porque la lluvia duró muy poco, pero la TIERRA LO AGRADECE.”

 

Posteriormente seguí mi recorrido hacia palomino y me despedí de los compañeros de viaje, franceses la mayoría, ese año decidí regalarme aquel viaje y lo pasé increíble conocí lugares de mi país que soñaba conocer y además fue la primera vez que viajé sola por largo tiempo y de mochilera.

Hace un año, estaba en España, (me quedó gustando la experiencia de viajar para mi cumpleaños) el 30 de junio amanecí en Valencia y ese día temprano salí rumbo a Barcelona, un GRAN amigo de la infancia me recibió en la estación del metro. Llegamos a su hogar y rápidamente nos cambiamos porque su idea era que fuésemos a la playa cosa que sabe me encanta, así que no tuve tiempo de retocarme mucho. Literalmente corrimos en la estación de metro, me explicó como movilizarme y llegamos a un restaurante coqueto al lado de la playa donde venden comida de mar, pedí una paella. Y mi celebración de cumpleaños ya iba por la mitad, almorcé con Diego y su pareja, un hombre tan hermoso como él, no sólo por lo guapo que es, si no también por su maravillosa energía, sentí un amor inmenso y rebosante en mi corazón en ese momento, nos fuimos a la playa que estaba atestada de gente, y estuvimos un buen rato allí, reimos, recordamos, la pasamos muy bien para luego devolvernos a su casa.

 

 

 

 

 

En la tarde cuando iban a ser las 9 de la noche aún iluminaba el sol, me llevaron a la terraza (cosa que en serio no esperaba) y tenían una hermosa sorpresa para mi, con globos, un lindo aviso de feliz cumpleaños, una comida deliciosa y un pastel hecho de trufas, me sorprendieron Carlos, Diego  y una amiga entrañable de ellos de quien no recuerdo el nombre en este preciso instante, pero si recuerdo su acento encantador entre portugués, inglés y español. Me trataron como su familia, me atendieron y literalmente fui su invitada de honor, me sentí tan feliz… Estuve en varios países europeos y tuve experiencias maravillosas, conocí personas y lugares increíbles. El Viaje terminó en Grecia y sencillamente fue el broche de oro de mi regalo.

Cuando estaba en Europa hablaba constantemente con mi hermana y en una conversación le dije que yo creía que el próximo año (es decir el 2020)  iba a pasarlo de nuevo con ellos, con mi familia preguntó: ¿si?, respondí: si, yo creo que si.

Efectivamente en ese momento sentí el deseo de “retornar a casa” a estar con los míos. Hoy entiendo que ese deseo fugaz en ese momento era el llamado de mi alma a estar en casa, la humanidad vive un gran cambio, ha comenzado nuestro “regreso a casa”, es decir el retorno a nuestra esencia, todo esto se ha desatado por un bichito que nadie puede ver con sus ojos.

¿Que si estoy de viaje? No físicamente, pero he tenido un viajazo interno y he de decir que nada que ver con sustancias sicotrópicas, este 2020 empezó sacudiendo mi consciencia con fuerza, para terminar de quebrar mi estructuras mentales y basura que contamina mi ser para dar paso a las semillas de grandeza, representadas en abundancia a todo nivel, he tenido que viajar a las profundidades a enfrentar demonios, miedos, creencias limitantes e híbridos de todos éstos, siento que estoy llegando a un lugar desconocido para mi y éste es mi nueva realidad.

Hoy me siento profundamente bendecida, agradecida y entiendo porque sentí ese deseo fugaz de estar con mi familia, ellos representan mi regreso a casa, a mi esencia y si estoy encontrándome de nuevo, si estoy reconociéndome y viendo mi luz después de quebrar los cristales oscuros para poder verla, eran ellos quienes me iban a acompañar en este trance y por eso mi ser anticipó hace un año que iba a estar con ellos.

En este cumpleaños me digo, “feliz vuelta al sol que todo lo que mereces no se canse de buscarte y que sigas siendo cada vez mas feliz porque, querida mía te lo mereces…. FELIZ CUMPLEAÑOS A MI”

Nota: por cierto a los 10 meses regresé en compañía de mi hermana y mi hija a la Guajira y la noche que pasamos en punta gallinas ¿adivinen que?, lloviznó por unos minutos y al contarle a la hija de la dueña (quien organizó el ritual de celebración) la historia del año anterior pues no pudo más que sorprenderse y yo tomé esto como otra señal más de como la vida me sostiene y bendice por donde voy.